7 de marzo de 2017

Captain Fantastic


Existen contadas ocasiones en las que una película conecta completamente con tu forma de ser, de pensar, películas que brillan por sí mismas entre la marea de producciones que inundan nuestras salas de cine y televisiones, un brillo equiparable al de una pepita de oro entre la arena para quien se dedica al bateo de oro. Encontrar esa perla escondida, esa aguja en el pajar formado por películas mediocres, comerciales y guiones sin sentido, hace que merezca la pena tan afanada búsqueda. Por eso, al encontrar esa rara avis, gente como yo siente la necesidad de comunicarse con sus allegados para recomendar esa película, por si por algún casual es capaz de transmitir esas mismas sensaciones de manera similar al resto de congéneres. Ahí es donde entra en acción este magnífico blog que me permite divulgar mi palabra para hablaros de Captain Fantastic, que sea una recomendación errónea o acertada dependerá del tipo de persona que la vea, pero a mí personalmente me encantó.

Captain Fantastic cuenta la historia de la familia Cash, encabezada por Ben (Viggo Mortensen) quien junto a su esposa decidió, tras el nacimiento de su primer hijo, alejarse de la civilización para vivir una vida tranquila en el bosque. Ben cuenta ahora con 6 vástagos de entre 7 y 18 años a los que enseña a ejercitar cuerpo y mente por igual, ya sea mediante entrenamiento matutino, cazando su propia comida o leyendo literatura avanzada y manteniendo conversaciones filosóficas a la luz de la hoguera. Así, los jóvenes Cash no solamente aprenden sobre cultura, historia, matemáticas, filosofía, idiomas y política, sino que más importante aún, aprenden a pensar por sí mismos, su padre les obliga (o invita) a debatir sus opiniones sobre los libros que leen, impartiendo un método de aprendizaje a través del razonamiento.



Por ciertas circunstancias, la familia debe abandonar su aislado estilo de vida y volver a la civilización tal y como la conocemos, lo cual provocará cierto impacto en ciertos miembros de la familia que únicamente conocen la vida en el bosque. De esta manera, el director Matt Ross (a quien algunos conoceréis por su papel en Silicon Valley), plantea un enfrentamiento entre esta particular forma de educación y la que el sistema es capaz de proveer. Pero la crítica social que presenta la película no acaba ahí, Ben también expresa su desdén por las comidas procesadas ofertadas en la mayoría de restaurantes, su rechazo a las religiones organizadas, la sobreprotección de la infancia y su desconfianza hacia un sistema brutalmente comercializado, hipócrita e intelectualmente vago. Sin embargo, uno de los atractivos de la cinta es que, aunque Ross tiende a posicionarse a favor de la mentalidad de su protagonista, no lo hace de manera tajante, y presenta también ciertos inconvenientes transmitidos principalmente a través del suegro de Ben. De esta manera, poco a poco vamos viendo pequeñas grietas en lo que parecía una forma de vida ideal, tales como su estilo de vida peligroso, la marginación social autoimpuesta o la falta de entendimiento real que los niños tienen sobre el mundo exterior. Así, el espectador se encuentra ante una historia reflexiva y él mismo es el encargado de analizar las situaciones que presenta y juzgar si Ben es el mejor padre del mundo o el peor. Su personaje es sin duda una figura fascinante, que se muestra como héroe y villano a partes iguales, exhibiendo características de ambas caras, idealista y atento a la par que obcecado y un tanto dictatorial en ciertas ocasiones. 

Captain Fantastic es un astuto retrato de la vida moderna, sus hipocresías y limitaciones, manda un claro mensaje de crítica y denuncia social hacia una sociedad donde prima el consumismo, capitalismo y un control tecnológico que nos aísla de lo realmente importante, alzando los valores de unión familiar y respeto hacia el prójimo. Su estilo provocador e inteligente y el carisma de cada uno de los miembros de la familia Cash realmente enamora e invita a reflexionar. Ben puede no ser un superhéroe, pero en cuanto a imaginación se refiere, este capitán realmente puede volar, dejando a los espectadores con la conmovedora imagen de un padre cuyos superpoderes yacen simplemente en hacer lo mejor que puede para criar a sus hijos. Como cierre os dejo esta imagen que representa bastante bien el mensaje que la película quiere transmitir al sistema de vida de la sociedad actual. Un saludo y que la disfrutéis.



Publicado originalmente en Crónicas de Valhalla

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