8 de abril de 2020

Freaks and geeks, la gran comedia que te perdiste


Hoy toca hablar de la que es para mi una de las mejores comedias de la televisión, Freaks and geeks, que probablemente haya pasado inadvertida por muchos durante demasiado tiempo. Gran parte de la culpa de haber estado fuera del radar de muchos serieadictos puede atribuirse a que en su época de estreno (1999) no se disponía de los recursos tecnológicos de los que contamos actualmente para la difusión de contenido audiovisual, y debido a su baja audiencia fue prematuramente cancelada, lo que le otorgó casi inmediatamente el estatus de serie de culto. Así que para darle un empujoncito a su divulgación aquí vengo a hablaros de ella. 

Visualiza esa serie/película sobre una chica que quiere convertirse en animadora, llamar la atención del quarterback guaperas y ser popular. Cuantas veces hemos visto a ese patito feo quitarse las gafas, soltarse el pelo y convertirse en un cisne. O quizás esa otra donde la acción se desarrolla en torno a las tormentosas y melodramáticas relaciones amorosas de sus protagonistas... bien, esta no es ese tipo de serie. Freaks and Geeks es una serie de adolescentes en el instituto, sí, pero lo que la diferencia de la mayoría de integrantes de ese subgénero es que sus protagonistas son los marginados, los raros del instituto cuyas historias suelen pasar desapercibidas. Lo que da incluso mayor realismo al argumento de los capítulos es que para su trama el creador de la serie pidió a sus escritores que describieran sus miedos en el instituto, situaciones embarazosas que hubieran vivido, primer contacto sexual, y luego plasmaron esas historias reales en la pequeña pantalla, por lo que muchos de sus telespectadores podrían sentirse identificados por algunas de las situaciones que se relatan. Puede que las vivencias de los protagonistas no tengan una gran profundidad y a veces lleguen a ser absurdas e insustanciales pero ¿no son así las preocupaciones cotidianas de la vida en el instituto?.


La trama se desarrolla en el curso 80-81, donde Lindsay decide que está cansada de ser vista como la chica buena que siempre saca buenas notas. Esta pequeña crisis de identidad le lleva a aproximarse al grupo de los Freaks, los gamberros e inadaptados del instituto que pasan de estudiar y están todo el día fumados. Este grupo no lo forman actores cualquiera, sino que se trata de unos jóvenes James Franco (127 horas, The disaster artist, Spiderman), Seth Rogen (Superfumados) y Jason Segel (Cómo conocí a vuestra madre). Por otro lado se encuentra el grupo de geeks, los que se avergüenzan al hablar con chicas y que prefieren pasarse el tiempo jugando a Dragones y Mazmorras o ver por vigésima vez Star Wars. Sam, el hermano menor de Lindsay, forma este grupo junto a sus amigos Neal, un chico judío educado y siempre "bien vestido", y mi personaje favorito de la serie, Bill, interpretado por Martin Starr (Silicon Valley), cuyas expresiones, tono vocal, forma de moverse, todo lo que hace en general es siempre motivo de risas. 

Desafortunadamente, al igual que en la vida de sus personajes, la serie fue una marginada de la cadena, emitiéndola en horarios que no facilitaron la audiencia que merecía, motivo que llevaría a su cancelación. A pesar de su escasa recepción, la crítica especializada sí que mostró su apoyo incondicional por la serie, y la labor del excelente elenco de actores incluso fue recompensada con la obtención de un Emmy a "mejor reparto de series de comedia". Otro elemento fundamental de la serie, casi un personaje más, es su banda sonora, repleta con canciones que no dejaban de sonar en la época y cuyos trascendentales artistas incluyen Janis Joplin, The Who, Lynyrd Skynyrd, Kiss, Queen, Led Zeppelin, The Who, Deep Purple y Pink Floyd. Música de primera calidad que provocó que gran parte del presupuesto de la serie fuera destinado a pagar los derechos de autor de las decenas de canciones que inundan sus episodios. La mejor muestra se puede encontrar en sus créditos de apertura, de esos que tienes que ver (y escuchar) cada episodio, que no dan ganas de pasar, y sin duda de mis favoritos de todas las series que he visto. 



Freaks and geeks es una de esas series que cuando se acaba no puedes evitar sentir cierto vacío. Una injusticia televisiva que contara con una única temporada cuando hay muchas series de pésima calidad que se alargan interminablemente, aunque quizás la perfección con la que acaba el último episodio y la brevedad de su desternillante camino por televisión la hagan incluso más especial.  

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