Hace ya algún tiempo que no se le dedicaba un post al cine clásico en Crónicas de Valhalla, y eso es algo que tenía que remediar. Siempre que tengo un hueco entre obligaciones académicas, actualización de series y lecturas atrasadas, me gusta ver películas antiguas, no porque prefiera el cine clásico u opine que sea mejor que el cine actual, sino porque pienso que para entender la historia del cine hay que empezar desde sus raíces, y ese es uno de mis hobbies, rebuscar entre antiguallas del séptimo arte en busca de alguna joya olvidada o que haya pasado desapercibida. De esta manera descubrí películas que me encantaron y que ya compartí en este humilde blog, tales como M: el vampiro de Dusseldorf o Capitanes intrépidos. Hoy os traigo la última joya que he descubierto y cuyo título os sonará más, se trata de Cuento de Navidad.
Cuento de navidad o Christmas Carol en versión original, es uno de los clásicos de la literatura británica, novela escrita en 1843 por el magnífico Charles Dickens y de la que mi compañero bloggero Pedro Cuesta habló hace algún tiempo de una forma tan magnífica que sería imposible siquiera intentar imitar.
Para el que aún no lo sepa, Cuento de navidad narra una más que peculiar navidad en la vida de Ebenezer Scrooge, un anciano avaro y codicioso que ve la navidad como un día más del año en el que la gente no tiene motivo para ir sonriendo, cantando y felicitándose mutuamente por la calle, un hombre de corazón duro que no dudará en despedir a su ayudante, Bob Cratchit en la víspera de navidad.
Aunque he visto varias adaptaciones del clásico de Dickens, esta es la que más me ha convencido, ya que Reginald Owen, actor que da vida al protagonista, realiza una actuación espléndida, y en general la película tiene escenas muy emotivas, sobre todo las referentes al hijo incapacitado de Bob Cratchit, el pequeño Tim, niño que solo tiene bondad e inocencia en su corazón pero que el hecho de que vea una navidad más dependerá del propio Ebenezer Scrooge.
En definitiva, Cuento de navidad es un clásico tanto de la literatura como del cine, que nos enseña el valor de la solidaridad, la generosidad y la felicidad en una época hecha para disfrutar de la compañía familiar. Y aunque no sea época navideña, siempre es un buen momento para ver una buena película, además, si da la casualidad de que alguien nos lee desde el hemisferio sur, ya estarán diciendo de eso de "winter is coming", así que como diría el pequeño Tim: "Feliz navidad, y que Dios nos bendiga a todos" (para los no creyentes, también está la clásica frase de Scrooge "Bah, paparruchas").
Publicado originalmente en Crónicas de Valhalla.
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