26 de febrero de 2015

El hombre elefante (1980)


La realidad supera siempre a la ficción, y este es uno de esos casos. Si hay algo que hace a esta película una de las más emotivas que he visto, es saber que lo que en ella se narra está basado en hechos reales. Por esto, lo primero que hice al terminar su visionado fue buscar Joseph Merrick en wikipedia (la fuente de sabiduría popular) para aprender más sobre la vida de este hombre.

Esto es lo que nos cuenta esta maravillosa adaptación, la historia de Joseph Merrick, un chico de 21 años cuyo cuerpo comenzó a deformarse a partir de los 18 meses de edad, cubriendo su cuerpo con graves malformaciones y tumores que lo llevaron a una existencia cruel y vejatoria por parte de una sociedad que se horrorizaba ante la visión de semejante creación de la naturaleza. De ahí el sobrenombre con el que fue conocido durante toda su vida, el hombre elefante.


Dirigida por David Lynch, creador de la serie de culto Twin Peaks, y otras grabaciones como terciopelo azuluna historia verdadera o Mulholland Drive, consigue una ambientación excelente al estar rodada en blanco y negro, imprimiendo una atmósfera que transmite una mayor credibilidad y que aporta un aspecto clásico que la hace mágica.

Nos encontramos en Londres, 1884, el Doctor Frederick Treves (interpretado por Anthony Hopkins) visita una feria local donde se exhiben personas con ciertas peculiaridades físicas. Aquí es donde conoce a John Merrick (al cual da vida de manera sobresaliente John Hurt), y previo pago a la persona "que está a su cargo" lo traslada a su hospital para estudiar su caso más detenidamente.

Abrumado ante su nuevo entorno, John es presa de un mutismo que hace creer a sus médicos que tiene algún tipo de deficiencia mental. Nada más lejos de la realidad, al ver que se encuentra en un ambiente seguro, que no lo quieren como una atracción sino que quieren ayudarle, comienza a abrirse a Treves, destapando una persona sensible, delicada, educada y culta, con una inteligencia superior a la normal. Por fin ha encontrado un lugar al que llamar hogar y unas personas a las que llamar amigos. Pero esto no acabará así, el resto deberéis descubrirlo vosotros mismos.


Plagada de escenas que consiguen hacer al espectador tener el corazón en un puño, proclama una revisión de la conciencia social, dejar de lado los prejuicios y desprecio por personas de aspecto diferente, y abrazar el respeto y la tolerancia. Por esto es una de esas películas que da que pensar, que refleja de forma dramática y sobrecogedora la lucha ante la adversidad de un alma incomprendida a la que sólo unos años antes de su muerte dieron la oportunidad de expresarse libremente, alguien que lo único que quería era ser tratado como una persona normal, no como un monstruo de feria.

Bellísima película que en mi opinión ha pasado injustamente desapercibida, la historia de Joseph Merrick es tan acongojante y conmovedora que quedará grabada en tu memoria y te preguntarás por qué no habías sabido de su existencia hasta ahora. Si al acabar la película las lagrimas corren por tus mejillas, no te preocupes, eso solo significa que eres humano.

Publicado originalmente en Crónicas de Valhalla

No hay comentarios:

Publicar un comentario