18 de mayo de 2015

1984, de George Orwell


Esas personas que son capaces de realizar un largo viaje en avión, autobús, tren, o cualquier tipo de transporte, sin ningún tipo de entretenimiento, ya sea escuchar música, leer un libro u ocupar su mente con cualquier tipo de distracción, me provocan por igual sentimientos de desconcierto y admiración. Yo sería incapaz de hacer algo así, se me haría un viaje eternamente largo y aburrido, por eso siempre que viajo llevo un libro encima y la batería del móvil totalmente cargada para escuchar música. En uno de mis últimos viajes decidí que ya iba siendo hora de leer uno de los clásicos de la literatura del siglo XX, 1984 novela escrita por George Orwell a finales de la década los 40.

1984 forma parte de la llamada trilogía distópica (para comprender perfectamente lo que es una distopía no os perdáis el post de Jess), escrita por distintos autores en distintos momentos del pasado siglo, y la cual está formada por: Un mundo feliz (1932, Aldoux Huxley), libro que tengo pendiente para un futuro próximo, 1984 (1949, George Orwell), y Farenheit 451 (1953, Ray Bradbury), del cual ya nos habló nuestra compañera Laura hace algún tiempo. 


El libro cuenta la historia de una futura sociedad sometida por el poder de la política, la censura y la manipulación de los medios, un sistema totalitario donde la población es controlada hasta tal punto que pensar sobre un crimen es un crimen en sí castigado severamente. Para llevar a cabo este regio control sobre los habitantes, en cada casa, edificio, calle, en cualquier lugar público o privado, existe un "pantalla" a través de la cual siempre hay alguien observando, por lo que cualquier actividad sospechosa, aún siendo en el propio hogar, queda descartada por el miedo a una severa represalia. El miedo, ese es el motor que hace girar el engranaje principal de este mundo distópico libre de revueltas, motines o crímenes (al menos por parte de la ciudadanía). Todo este gobierno esta encabezado por una figura sin nombre, con una cara muy común que esta en todas las paredes allá a donde vayas recordándote que no eres el dueño de tus propias acciones, y que simplemente es conocido como El Gran Hermano... El gran hermano te vigila. Su control queda representado por su lema:
La guerra es paz
La libertad es esclavitud
La ignorancia es fuerza  

Aunque el objetivo principal del libro es describir una sociedad hacia la que se estaba dirigiendo la propia sociedad del autor, el eje conductor para mostrarnos el infierno en el que se ha convertido el mundo será Winston Smith, un trabajador más del Partido, el órgano encargado de dictar la justicia impuesta por el Gran Hermano. La acción se desarrolla en Londres, que ahora forma parte de Oceanía, una de las tres grandes superpotencias junto con Eurasia y Asia Oriental, que gobiernan el mundo y que están en un constante estado de guerra entre sí que ayuda a mantener controlada a la población a través del miedo y las privaciones. Al tener un enemigo común no habrá guerra dentro de las fronteras del propio estado... La guerra es paz. 

1984 fictious world map


El sistema administrativo del Partido está organizado en 4 ministerios con objetivos muy específicos y con unos nombres irónicamente escogidos. Estos son:
  • Ministerio de la Paz: que se encarga de los asuntos relacionados con la guerra con las otras superpotencias. 
  • Ministerio de la Abundancia: encargado de racionar y administrar unos insignificantes suministros en una cantidad justa para sobrevivir.
  • Ministerio del Amor: lugar donde se castiga a los criminales ya sean de guerra o traidores al Gran Hermano.
  • Ministerio de la Verdad: destinado a destruir evidencias y manipular la información de manera que la realidad se ajuste a lo que el partido quiera que sea. 
Nuestro protagonista, Winston Smith, trabaja en el Ministerio de la Verdad, por lo que diariamente pasan por sus manos documentos que tiene que "corregir" porque no cuentan los hechos tal como son, y si el Partido dice que estos documentos son erróneos es que son erróneos. Esta forma de manipulación de la información queda patente perfectamente en el lema del Ministerio de la Verdad, que tanto da que pensar que incluso ha sido usado en una genial canción de Rage Against The Machine (tenía que decirlo :D): 

"Quien controla el pasado, controla el futuro. Quien controla el presente, controla el pasado."


Winston, que poco a poco va dándose cuenta de lo que realmente lleva a cabo en su día a día, se va percatando de que la propia historia que se ve encargado de editar día a día es un conjunto de mentiras, pero pese a saber que la sociedad está podrida, vive demasiado atemorizado como para hacer nada al respecto. Lo único que puede hacer para liberarse de la frustración que siente es hacerse con un diario y plasmar ahí su odio contra el Gran Hermano, aún sabiendo que esto es un hecho que podría provocar su muerte si saliera a la luz. 

Sin embargo, llega un día en que su rutina se altera, Smith conoce a alguien que no está adulterado por el sistema, que comparte su ideología y es capaz de ver a través del velo de mentiras que compone su sociedad. Juntos intentan contactar con un grupo de rebeldes que desean la caída del Gran Hermano para así poder liberarse de su yugo opresor, pero para ello tendrán que andarse con cuidado, con mucho cuidado, ya que un paso en falso, un palabra dicha a oídos inapropiados podría significar el fin para ellos. 

Sin duda alguna 1984 es un libro que da mucho que pensar, y personalmente es un libro que me da miedo, me da miedo la idea que representa y me da mucho miedo que los hechos que narra ya estén aquí sin que nosotros lo sepamos. La ignorancia es fuerza, la fuerza de los que nos controlan y que prefieren dirigir a un pueblo de borregos que hagan lo que se les diga, que acepten la realidad como es simplemente porque se les diga que es así  y punto.

La guinda del pastel la pone su increíble e impactante final, cuando piensas que el ritmo de los acontecimientos está bajando se produce un punto de inflexión en la trama que yo al menos no vi venir y cuyo final me dejó con los ojos como platos y la boca abierta. Definitivamente es un libro que hay que leer sí o sí. Espero que los que no lo hayan hecho lo disfruten tanto como lo hice yo.


Publicado originalmente en Crónicas de Valhalla.

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