3 de marzo de 2015

Senna (2010)



No, no voy a hablaros de la princesa guerrera, lo que os traigo este frío sábado de invierno es el primer (y no creo que último) post sobre una película-documental en vuestra página de cine favorita. Se trata de Senna, para el que no lo haya descubierto todavía, trata sobre los años en la Fórmula 1 de Ayrton Senna, para muchos, el mejor piloto de la historia.


Aunque un documental sobre F1 no llame la atención a aquellos que no se sientan atraídos por el mundillo del motor, ésta es una película que recomendaría a cualquiera. Llena de imágenes de archivo cedidas por la FIA para su realización, nos muestra una cara que no estamos acostumbrados a ver, con reuniones privadas entre los pilotos para tomar decisiones de carrera, y lo que mantiene la emoción durante todo el metraje, el duelo entre Ayrton Senna y Alain Prost, la mejor historia de rivalidad que se ha dado en la Fórmula 1.

Para los que son demasiado jóvenes para no haber vivido este duelo de titanes, como es mi caso, podrían compararlo con el caso Hamilton-Alonso, pero llevado al extremo, con el aliciente de que en aquella época las carreras las ganaban los pilotos, no los avances en los coches o las paradas en boxes.

"Era pura conducción, carrera pura. No había política entonces, ni dinero de por medio. 
Eso eran carreras de verdad"
(Ayrton Senna)

La historia arranca (nunca mejor dicho) en 1984, cuando Senna llega al equipo Toleman de F1 como la gran promesa del deporte (un caso parecido al que estamos viviendo con Vettel), donde Alain Prost era el rey indiscutible. Tras tres años en la escudería Lotus, al fin da el gran paso y llega a McLaren, convirtiéndose en compañero de equipo de Prost... y aquí es donde empieza su gran rivalidad. Cuando no ganaba uno la pole o la carrera, lo hacía el otro, decidiéndose durante 3 años consecutivos el mundial en la última carrera a favor de uno u otro. La lucha personal que mantenían no solo se daba en la pista, sino también fuera de ella , llegando al punto en el que Prost, tras abandonar el equipo, en su siguiente contrato aplicaría una clausula que impidiera que Senna compartiera equipo con él.


El constante pique existente entre ambos le vino que ni pintado a la FIA, ya que fue un trampolín para dar a conocer el deporte de motor por excelencia en el mundo audiovisual, ambos pilotos estaban en todas las noticias por la controversia de sus declaraciones. Aunque en la cinta se nos presenta a Senna como el "héroe" y a Prost como el "villano", ni uno fue tan bueno ni el otro tan malo. 

"Ser piloto de carreras significa que estás compitiendo con otras personas, y si no vas a por 
un hueco cuando lo hay, ya no eres un piloto de carreras, porque estamos compitiendo. 
Estamos compitiendo para ganar, y la principal motivación para todos nosotros 
es competir por la victoria, no por quedar 3º, 4º, 5º o 6º
(Ayrton Senna)

"Ayrton tiene un pequeño problema, él piensa que no puede matarse porque cree en Dios.
Yo pienso que eso es muy peligroso para los otros pilotos
(Alain Prost)

Otro matiz a tener en cuenta, es que vemos en Senna, no solo al piloto, sino a la persona, un hombre de gran religiosidad, muy apegado a su familia, y sobre todo, muy competitivo, que corría al 110% de sus posibilidades, siendo las carreras su vida. 

Debido a la pésima situación que atravesaba su país en esa época, llegó a convertirse en un ídolo de masas en Brasil, era el orgullo de un país que estaba destrozado por la situación política, y donde otros escondían su procedencia brasileña, él mostraba su bandera con orgullo.

 "El pueblo brasileño necesitaba comida, educación, salud, 
y un poco de alegría... y él nos la dio" 

Tras la retirada de la F1 por parte de Prost, ambos comenzaron a tener más contacto, llegando incluso a considerarse amigos. Unos meses antes de su muerte, dando una vuelta de entrenamiento al circuito de Imola, Senna llegó a decir "Te echo de menos, Alain. Saludos a mi amigo Alain, te echo de menos, lo sabes" porque como ya he dicho alguna vez, los grandes competidores siempre necesitan un gran rival al que enfrentarse para dar todo de sí.

Dos veces he visto la película, y dos veces he sido incapaz de contener las lágrimas, en un final, que aunque conocido, no deja de ser emotivo. Y aparte de las grandes rivalidades que ha dado el cine y que ya comenté en mi anterior post, aquí podemos ver una de las más grandes en el mundo del deporte. Así que no dejeis de ver esta emocionante película seais o no amantes del automovilismo.


Publicado originalmente en Crónicas de Valhalla.

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